Bucear entre volvanes |
Hacía ya tiempo que no nos asomábamos por esta ventanita. A veces no siempre se dispone del tiempo que uno quiere para poder actualizar como se merece este blog. Pero sólo significa eso, falta de tiempo. BlogBuceo sigue abierto y con muchas ganas de seguir buceando.
A propósito de eso, del buceo, os vamos a contar nuestra experiencia a sólo dos horas y media de Madrid, un lugar precioso, económicamente asumible y seguro: Lanzarote. ¿Qué tiene de especial Lanzarote? Su paisaje, roca volcánica por todas partes. A más de uno le he oído decir que es una gran barbacoa, por la cantidad de roca negra volcánica que hay por todas partes. Otros, sin embargo, piensan que es uno de los paisajes más bellos que ha dejado la fuerza de la Naturaleza. Pero, bajo el agua, siempre hay algo que ver.
La mejor temporada para ir es a partir de mediados de agosto, aunque se puede bucear todo el año. Pero durante el mes de julio y parte de agosto, el viento llega a ser molesto y hay demasiadas corrientes.
Los puntos de inmersión van desde El Puerto del Carmen, algunos centros no tienen barco propio y hacen las inmersiones desde la playa, Isla Graciosa (con mucha corriente cuando se va fuera de temporada, lo que implica que puede ser una inmersión en la que no veas nada), pecios (imprescindible, merece la pena), Isla de Lobos, La Catedral y, para nosotros, la más bonita: El barranco de Kíkere. En esta última es habitual ver mantas-raya (chuchos, como las llaman por allí) de metro y medio de ancho por dos metros y medio de largo y, con sólo un pelín de suerte, cinco adultas y algún que otro bebé.
Evidentemente, hay muchísmos sitios más y la abundancia de fauna deja satisfecho a cualquiera: meros, morenas, pulpos, peces trompeta, mantas-rayas, gambas, y con algo más de suerte angelotes, nudibranquios, peces aguja… Lamentablemente, la isla sufre una epidemia de erizos de lima que se comen todo lo que tienen a su alcance. Pero tanto el Cabildo como los propios centros de buceo de la zona están intentando frenarlo. Dicen que los efectos se notan enseguida, en cuanto desaparecen, regresa la vida.
Lo mejor de Lanzarote es que no tienes que irte lejos ni sumergirte a gran profundidad para disfrutar como un niño. La visibilidad, en pleno mes de julio, es de 20 metros; la temperatura del agua es de 24 grados y es agradable bucear incluso de noche.
Respecto al precio, pues hay de todo: desde Blogbuceo siempre hemos entendido que hay que desconfiar de los chollos y de los inexplicablemente altos. El precio medio por inmersión ronda los 35 euros y siempre tienes la posibilidad de coger paquetes de 6 ó 10 inmersiones.
Y un último consejo: nos cuentan los lugareños que hay muchos centros de buceo pero que no todos tienen ‘papeles’. El submarinismo es una actividad para disfrutar y ese es el único recuerdo que tenéis que llevaros de la isla. En este Blog tenéis información sobre varios clubs de buceo.
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