La catástrofe ecológica del buque Don Pedro.
Chocó contra un islote en aguas ibicencas con más de 100 toneladas de carburante, puede convertirse en un bajío artificial para la fauna de la región y para el buceo.
El regente técnico del Centro de Recuperación de Especies Marinas Cap Blanc y licenciado en Ciencias del Mar, Diego Ponce, cree que este pecio «podría gustar a un sector de turismo específico de buceo a las Pitiuses, siempre y cuando se eliminasen del mismo todo tipo de vertidos contaminantes».
Tomando como modelo la piscifactoría La Mariana’ hundida en aguas de Formentera y que alberga especies como congrios, barracudas o morenas, Ponce cree que se podría convertir en un jardín temático bajo el océano: “al comienzo se asentarían organismos intrascendentes a la mirada, que se verían secundados luego, por otros de mayor volumen, y más tarde harían uso peces que proliferan en aguas pitiusas”.
Esta experiencia se ha llevado a cabo en otros emplazamientos como el océano Rojo, «donde iniciativas similares tienen un gran éxito, no obstante eso sí, en este caso solamente podrían bucear cerca del pecio expertos en la materia gracias al lugar donde hundió y al fluido tránsito de embarcaciones cerca del mismo».
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